
El equipo de mantenimiento, en coordinación con la directiva del Hércules Club de Golf, ha programado para el lunes 17 de marzo el inicio del trabajo de pinchado de greenes del campo. Por ello, se establecerán medidas provisionales para el disfrute de la instalación y no se celebrarán torneos mientras que no se garanticen las condiciones mínimas óptimas para la práctica del golf.
La operación conocida como “pinchado de greenes” puede durar una semana en un campo de 18 hoyos como el de Hércules. Tras el trabajo del equipo de mantenimiento, el green suele tardar una media de quince a veinte días en mostrar las mejores condiciones para la práctica del golf. El club suspende durante unas semanas las competiciones en el campo. Se trata de unos trabajos costosos pero imprescindibles, que en muchas ocasiones se encuentran con la impaciencia de los jugadores por las molestias que suelen causar.
La actividad del club durante el mantenimiento no sufre interrupciones. Hércules programa el pinchado de los nueve primeros hoyos, habilitando así un recorrido provisional de 9 hoyos para poder jugar y entrenar, y posteriormente realizar la misma operación en los nueve hoyos restantes. Con todo, la meteorología es un factor que puede condicionar la prolongación del tratamiento del terreno.
El pinchado de greenes es una de las operaciones más importantes del cuidado del césped del campo. Se trata de una operación que se lleva a cabo con medios mecánicos y que permite airear el sustrato de cada green y, con ello, se alcanza una mayor permeabilidad del terreno, la optimización del drenaje, más eficacia en el aporte de nutrientes a la planta y un mejor aprovechamiento de los ciclos de riego. Esta operación aporta equilibrio al césped y facilita que la superficie ofrezca las mejores condiciones para el rodaje de la bola y el juego con el putt.
Tras el perforado e inyección de aire, los técnicos de mantenimiento limpian la superficie y proceden a extender una capa de arena que permite la filtración de aire y agua al sustrato del green. La arena suele tardar unos días en ser asumida por el terreno, por lo que el juego en un green recientemente pinchado puede resultar incómodo.
Los greenes son una de las áreas más sensibles del recorrido de cualquier campo de golf. Soportan el peso de las cortadoras de césped y sufren las pisadas de los golfistas que disfrutan de la instalación. Mención aparte merecen los piques que aquellos jugadores insolidarios no arreglan tras el impacto de la bola en la superficie, provocando alteraciones en el green que, en ocasiones, resultan irreversibles. En este sentido, la dirección del Hércules Club de Golf recuerda la obligación de los aficionados de reparar los piques en el green, tanto los propios como aquellos impactos recientes que observen en el césped, extendiendo esa práctica a las calles reponiendo chuletas. Ser solidarios con el terreno de juego y colaborar con el equipo de mantenimiento redundará en disfrutar de inolvidables días de golf en Hércules.